Lindo día en Futaleufú! Sin embargo como estábamos un poco cansados, los humanos no nos levantamos tan temprano. Los canes en cambio desde temprano estaban recorriendo la parcela e interactuando con los huéspedes del hostel.
A recomendación de Nate y Fernando(miembro del staff de Las Natalias), decidimos hacer un trecking a la Piedra del Águila, que está a 4,5 km del centro de Futaleufú. Dejámos el auto estacionado al lado del río y comenzamos a caminar .
El avistamiento de vacas y algunas ovejas despertaron en Merkén todo lo que es el instinto, revolcándose en plan comando en caca de vaca. Suponemos que es algún tipo de camuflaje y nos tuvimos que bancar el olor.
Después de pasar un portón de madera (abierto) comenzamos el ascenso. Para humanos con experiencia, es un sendero ultra fácil. Para nosotros que no estamos en las mejores condiciones, un poco pesado a ratos, pero completamente realizable ( 1 hra más o menos) Para perros, pan comido.
Al final del trayecto se encuentra don Jesús Perfecto, dueño del terreno donde está el mirador, que cobra $1000 por persona, para mantener el aseo del lugar. Hasta instaló un banquito y basureros para descansar, admirar la vista o comerse un tentempié.
La vista desde la Piedra es espectacular y Merkén y Ontuán fueron felices escalando!
Y lo más impresionante es que una cóndor nos sobrevoló y se posó tranquilamente en la Piedra!!
Después comenzamos el descenso, y nos encontramos con un rebaño de ovejas...Y es impresionante como funciona el instinto! Nuestros Border se pusieron a pastorear!! Eso sí que movieron las ovejas para cualquier lado y sin autorización del dueño ( no estaba) así que los tuvimos que parar . Pero fue emocionante! ( aunque irresponsable y por eso no hay fotos)
Muy felices y hambrientos con el paseo, nos fuimos a almorzar a la plaza de Futa. Ahí encontramos una especie de paseo donde hay 3 o 4 locales con mesitas afuera y nos dejaron estar con los " niños ". Comimos en el Restaurant Peruano.
Y para terminar nuestro día de paseo, como el día estaba lindo, de nuevo al río Espolón y así aprovechábamos de sacarle " el camuflaje " a Merkén y volver al hostel a compartir con los demás huéspedes y organizar la partida del día siguiente
